La charla que tuvimos Eva Sevilla y yo sobre RELACIONES EN ARMONÍA en el LIVE-IG del día 22 de Enero (que tienes en mi canal de YouTube), fue tan interesante, que he querido transcribir mis aportaciones a modo de recomendaciones para lograr relacionarnos en armonía. Fueron guiadas e inspiradas por ella, y por eso a ella va dedicado este post, y de paso al resto de compañer@s de los Micro-Talleres que empiezan este sábado, ¡y que no te puedes perder!

 

La responsabilidad y trabajo de introspección hacen posible el cambio

Mi experiencia en las relaciones ha sido compleja. Yo he elegido bastante mal con quien relacionarme y cómo. Han sido muchos años de pasarlo mal, hasta que dije, bueno si tomo mi parte de responsabilidad en esto y consigo mejorar mi parte, seguro que todo va mejor. Y efectivamente. El camino no ha sido corto ni fácil… pero sí que cuando he hecho un trabajo de introspección y me he dado cuenta de que las relaciones con los demás son el reflejo de la relación con nosotros mismos, es cuando he podido hacer los cambios más importantes.

La palabra armonía me encanta, pues para mi es lo mismo que el equilibrio, el Orden y la belleza, fluir… va todo un poco de la mano. Creo que encontramos el equilibrio y la armonía en las relaciones cuando la encontramos dentro de nosotros. Es decir, por ejemplo, el diálogo interno que tenemos. Cómo te comunicas con los demás simplemente refleja cómo te estás comunicando contigo. Entonces, al final todo el trabajo es con un@. Casi nunca los conflictos tienen realmente que ver con la otra persona, sino con nosotros mismos. Y eso es fenomenal, porque el gran cambio parte de nosotros.

 

La pareja te muestra lo que debes trabajar en ti

Qué importante el respeto hacia nosotros mismos y el tiempo de soledad. De hecho, yo a veces decía que los momentos de mayor crecimiento mío son cuando estoy sola, porque el otro me espeja tanto, que me doy cuenta de todo lo que tengo que trabajar en mí, y a veces es más fácil cuando estás solo (al menos en mi caso si ha sido más fácil estando sola).

Las parejas que llegan son efectivamente grandes maestros. Yo de hecho hace poquito, creo que un par de días, tuve un sueño con la persona con la que tuve la relación más dramática, que fue cortita. Soñé que nos reconciliábamos como en la otra vida. El hecho de que fuese muy dramática la relación juntos no implica ni que él sea malo ni que yo lo sea, sino que saltaban chispas por el espejamiento que nos hacíamos. Un gran maestro, porque gracias a todo aquello yo he hecho todo este trabajo en mí y puedo ofrecerlo también a los demás.

 

Para que haya intimidad real debemos estar en conexión con nosotros mismos

Para mí la armonía, la describo muchas veces como algo visual. Me siento en armonía cuando me siento conectada por una línea que va centrada en mí hacia el centro del universo, y desde ahí pasa por mí e irradia luz. Para mí eso es la armonía, estar totalmente conectada en mi centro, conectada con el Todo. Y desde ahí me puedo relacionar con otro que esté igualmente en armonía. Dos personas que estén totalmente en conexión consigo mismas pueden relacionarse de manera muy armónica. Porque el mundo tiende al Orden, tiende a la armonía, tiende al equilibrio. Y obviamente también están los opuestos. Para saber lo que es equilibrio, nos tenemos que desequilibrar a veces, desarmonizarnos, descolocarnos. Y a través de la respiración sentimos que estamos ahí, conectados. Y es muy bonito, a veces es difícil, pero es a la vez bonito, descubrirnos. Esa armonía a veces puede ser en el llanto, puede ser en el enfado, puede ser en el miedo. De hecho, todo siempre va al miedo.

Yo hablo siempre mucho de la gestión emocional, por ejemplo, en los procesos de Orden. La emoción es lo que cuenta. No es importante soltar la cosa, sino soltar el apego a la cosa. Con las personas es lo mismo. Lo importante es soltar la expectativa de la armonía, y sencillamente respirar y conectarnos con eso que somos. Y me digo, ¿me conozco?, ¿me gusta quién soy?, ¿sé quién soy? Sobre todo, eso, saber, tener conciencia, la conciencia de quién soy, respetar esa esencia que tengo, conocerla, respetarla, aceptarla, ejercerla y confiar en ese valor infinito que tengo por ser parte del mundo. Es decir, todos somos seres maravillosos y estamos destinados a brillar, solo que cuando no estamos en armonía, en conexión con quienes de verdad somos, es muy complicado brillar (y lo digo desde mi propia experiencia que me cuesta, a veces, sacar el brillo que tengo dependiendo de lo armonizada que esté en determinados momentos).

Yo hablo mucho del Orden y el caos. El caos no es otra cosa que la falta de armonía, la falta de equilibrio, la falta de conexión. Entonces la respiración nos ayuda mucho. La gestión emocional a través de herramientas que tienen que ver con la respiración nos ayuda mucho también.

Para realmente relacionarnos bien con la otra persona, que haya una relación de intimidad real, de conexión real, tenemos que estar conectados con nosotros. Y la conexión con nosotros parte del conocimiento de nosotros mismos y del AMOR por nosotros mismos. El gustarnos, el descubrirnos, el maravillarnos cada día con lo que vamos descubriendo de nosotros mismos. Y cuando nos lo está espejando el otro, agradecerlo, recibirlo como una “crítica constructiva” a veces, como un “desencuentro para nuestro aprendizaje”.

La palabra culpabilidad es sano cambiarla por la palabra responsabilidad (eso hace años que lo tengo ahí como súper en cuenta), y la palabra error por aprendizaje. Efectivamente. ¿Quién te dice que algo que no sale como tú quieres es un error?, no, es un aprendizaje para poder hacer las cosas de diferente manera, que no significa mejor, solo significa diferente.

Cuando no sabemos quiénes somos es cuando realmente estamos inseguros, es cuando tememos en las relaciones, cuando realmente damos más pie a que ocurra un conflicto. Sin embargo, cuando ya tenemos esa seguridad en nosotros, porque estamos absolutamente conectados y conscientes de nuestra identidad, ahí es cuando somos capaces de soltar cualquier apego, cualquier dependencia… y elegimos relacionarnos libremente, sanamente y en armonía con los demás.

 

Compasión y agradecimiento eterno

Quizás la clave para mí es el agradecimiento. Efectivamente todo lo que llega a nuestras vidas, hablando de relaciones, todas las personas que nos llegan son regalos. Las más incómodas son los regalos más grandes, yo los llamo los angelitos que parecen diablillos, porque, aunque nos duele, nos traen muchos regalos en forma de aprendizaje. Normalmente no lo vemos en el momento, lo vemos un poquito después… o mucho después. Y efectivamente esa eternidad de las relaciones es la eternidad del sentimiento de agradecimiento. Le estaré eternamente agradecida a esos maestros que han pasado por mi vida para enseñarme, con más o menos tacto, las lecciones que me tocaba aprender. Y yo he llegado a la conclusión de que estamos aquí en una fase de nuestra vida para hacer un cierto aprendizaje. Para eso se nos dan unos años de vida y unas experiencias, unas personas con las que interactuar, como si esto fuese un video juego. Y sacar de ahí y extraer lo máximo posible, brillar lo máximo que podemos ser, darle la oportunidad al otro de brillar también… juntos crear lo más bonito posible de esa relación… y si ya no vibramos juntos, seguir nuestros caminos y estar eternamente agradecidos. Creo que eso es lo que crea armonía también en uno mismo, estar vibrando en ese agradecimiento, estar abierto a lo que tenga que venir, a las nuevas personas que tengan que venir en las nuevas vibraciones que nos vamos encontrando.

Yo uso bastante las palabras soltar y trascender… en cuanto a trascender el dolor y soltar el apego. No es tanto trascender una relación, o soltar a una persona… eso es otra historia. Lo que es importante soltar es el apego a alguien o a algo, y trascender el dolor, es decir, vivirlo, sacar de ahí el aprendizaje y seguir nuestro camino. Que en realidad es simplemente SER. Relajarnos en el SER. Que no quiere decir no hacer nada. Quiere decir acción, quiere decir SER, ejecutarnos, accionar en eso que somos y tratar de tener una vida lo más armónica posible para también contagiarla. Es una responsabilidad para estar nosotros bien y para poder darle a los demás una buena compañía… ser la mejor compañía también para los demás, pero sobre todo para nosotros mismos.

Yo muchas veces, cuando una persona tiene un comportamiento muy agresivo o dañino, siempre pienso que tiene que tener mucho dolor dentro. Por ejemplo, si yo estoy rabiosa, es porque tengo dentro dolor.

Otra palabra que creo que es importante compartir es la compasión. Compasión por mí misma en mis momentos difíciles. Compasión por el otro cuando lo está pasando mal y escupe su dolor, pues lo que menos necesita es que además le odien, sino que le acojan y le abracen en ese dolor para que pueda trascenderlo o vivirlo lo más suavecito posible y que no se desarmonice demasiado la otra persona ni nosotros.

Resumiendo, una relación en armonía es una relación en conexión real siendo cada uno su mejor versión. La armonía es eso, ser cada uno quien es, y relacionarse desde ahí en el momento en el que está, siendo muy responsables de nuestra propia armonía para que sea posible también esa conexión real de intimidad con el otro y desde el AMOR y el agradecimiento eternos.

Me ha gustado mucho la palabra eternidad, yo de hecho llevo un anillo del infinito, porque creo mucho en que el AMOR ES INFINITO, ES ETERNO.

 

SER desde el corazón, desde el sentir, esa es la armonía: brillar, SER

¿Te sientes bien? Pues está bien todo

Para eso estás aquí. Si no expresas tu propia verdad, ¿quién la va a expresar?

Abrirnos al AMOR y a lo que la vida nos trae:

A mí me encantan las flores también, de hecho, mi web es como con flores por todos lados. La flor para mi simboliza también la armonía y el Orden. Está formada por pétalos, todos perfectamente colocados para poder brillar y ser esa belleza que admirar. Creo que las personas somos flores. En uno de los libros que escribí, cada personaje era una flor, porque somos eso. Ese libro es el que escribí con un pseudónimo porque fue justamente saliendo de la relación aquella tan dramática en la que estuve a punto de morir, y por eso lo saqué con un pseudónimo, entonces nunca cuento cual es, si alguien lo encuentra algún día pues genial. Solo que los aprendizajes que ahí cuento también los cuento en mi segundo libro, que sí que, si hablo de él, y va con mi nombre que es el de “Ordenarnos es Amarnos. Manual de Orden y Vida” donde sí que doy algunas pinceladas. De hecho, parte de lo que yo hago, de acompañamiento en procesos de prevención y resolución del maltrato viene de ahí, de esa experiencia que cuento en ese libro, pero que tuve que publicar bajo un pseudónimo. Y todos con nombres de flores, y yo también era una flor.

SER desde el corazón, desde el sentir, esa es la armonía: brillar, SER.

Para hacer un cierre, animo a todas las personas que nos están viendo y que nos verán, y a nosotras mismas, a seguir siendo flores y dejar que se nos vea en nuestro florecer. Tenemos mucho que ofrecer cada uno de nosotros. No hace falta que sea algo especial, simplemente SER, con mucho AMOR, desde el agradecimiento de que tenemos la oportunidad de vivir, y ser responsables de la armonía propia para poder relacionarnos en armonía con los demás.

Así que, ánimo a todas y todos.

Mi flor es la flor del almendro, ¡la primera que florece!

Enamorada de la vida, del AMOR, de las flores, la armonía, ¡y el Orden!

¡A por la armonía vamos! ¡Gracias a todos y a todas! Hasta pronto, Chao, chao:)

 

Si has llegado hasta el final de este post, ¡enhorabuena! eso significa que estás verdaderamente comprometid@ contigo mism@ y con tu desarrollo personal. Así que te invito a APROVECHAR la oportunidad única de disfrutar de los 4 Talleres con seguimiento sobre Amor y Relaciones Personales que tendrán lugar los 4 sábados del mes de Febrero en los que aprenderás sobre la herida del niño interior, apegos y dependencias, vulnerabilidad-valentía-tantra, y proyecciones (mira el video de la presentación donde explicamos todos los detalles, lo tienes en el mismo LINK)